LA IGLESIA EN AMERICA DE JUAN PABLO II: Neoliberalismo Condenado

viernes, octubre 06, 2006
LA IGLESIA EN AMERICA DE JUAN PABLO II: Neoliberalismo condenado


por Marcos y Luisa Zwick


El Papa condena al Neoliberalismo

P. N. podría haberse apresurado a publicar su libro rápidamente como un contra argumento al Sínodo por que este condena el mismo sistema económico que él ha canonizado, un sistema que ha sido celebrado como basado en libertad y con un gobierno mínimo, pero que en la práctica depende de un gobierno poderoso para ejecutar sus políticas impopulares.

P. N. sintió que el neo-conservadurismo (conocido como neoliberalismo en América Latina) recibió una mala reprensión en el Sínodo. Tal vez al ver la escritura en la pared, el ridiculiza el término neoliberalismo en su libro, diciendo que nadie sabe lo que significa.

El Papa Juan Pablo II es muy claro. En La Iglesia en América el lo definió y lo condenó, junto con el comercio de drogas, el reciclaje de fondos ilícitos, la corrupción a todo nivel, el terror de la violencia, la carrera armamentista, la discriminación racial, la desigualdad entre grupos sociales, y la destrucción irracional de la naturaleza" en el No. 56 bajo "Pecados sociales que claman al cielo."

Los Obispos no estuvieron tan confusos después de todo. También estuvieron muy claros. Ellos sabían que el neoliberalismo es el sistema económico actual que tan duramente afecta a sus pueblos.

En vista de la condenación del Papa, P. N. insiste que el neoliberalismo es el único camino. Refraseando su argumento en el idioma de la guerra fría, el dice, "Parecería que la expansión de la economía del mercado llamada 'neoliberalismo' o 'globalización' no puede ser parada excepto por países que adopten medidas del estado o socialistas…" Nombramiento en Roma (Appointment in Rome, p. 135.)

La realidad es que son las medidas del "estado" las que soportan el neoliberalismo.

¿Por que es que al neoconservadurismo también se llama neoliberalismo?

Neoliberalismo significa liberalismo nuevo. El viejo liberalismo estuvo identificado con la revolución francesa, que proclamó los derechos del hombre, libertad, y el liberalismo económico (por esta razón la palabra francesa laissez-faire), pero arrasó violentamente con todo en su paso. El neoliberalismo hace lo mismo, excepto que arrasa con la gente de otros países a través de maquiladoras, salarios de esclavitud, acuerdos de comercio internacional, y tortura inculcada en la Escuela de las Américas para asegurarse que la "libertad" prevalezca. Es muy violento.

El asumir que el neoliberalismo está basado en la idea clásica y que consiste de aspectos sociales, políticos y económicos, no es una explicación razonable de lo que está pasando en América Latina. Ahí este término está restringido solamente a la parte económica del liberalismo.

Esta economía se hizo prevalente en los EUA durante la administración Reagan, pero continúa aun más fuerte bajo la administración Clinton. Sus proponentes católicos glorifican sus énfasis en la libertad y la creatividad.

Los libros de Michael Novak animando al neoliberalismo fueron publicados en español y circulados en América Latina, presentando esta economía como aceptable para la enseñanza católica. La copia de uno de estos libros en español llegó en las donaciones de ropa a la Casa Juan Diego, Este Hemisferio de Libertad (publicado en los EUA por el Instituto Empresarial Americano y publicado en México por la Editorial Diana.) Lo encontramos enlazado con notas marginales de Adam Smith, y David Hume y con un apéndice enunciando a Santo Tomas Aquino como el primer liberal. (p. 125)

En realidad la "creatividad" de los neoconservadores afirma la creación de la riqueza para los pocos. Increíblemente para los seguidores de los Evangelios, P. Neuhaus y sus colegas neoconservadores han fallado a la Iglesia por no desarrollar una teología de la creación de la riqueza. Ellos no lo encontrarán en este documento.

¿Como responderán los comerciantes y los neoconservadores?

Comentadores y gente de negocios notaron muy rápidamente que La Iglesia en América indicaba que la opción de la Iglesia por los pobres, aunque muy fuerte, no es exclusiva. Algunos habrán concluido que esto significa que los negocios deberían continuar en la forma usual. George Weigel enunció en un periódico del idioma español en Chicago, La Raza, que la declaración acerca de la evangelización de los ricos prueba que ahora hay una clase media más grande en América Latina (la verdad por supuesto es opuesta). P. Robert Sirico dio la impresión de que él estuvo en lo correcto todo el tiempo en su soporte por el neoliberalismo capitalista, por que el documento pide que los ricos sean evangelizados.

Otros han empezado a estudiar seriamente el documento para guía.
El Apego a la riqueza es un obstáculo

La Iglesia en América, como El Esplendor de la Verdad anteriormente, puntualiza la historia del joven rico. Esta historia indica que "Los Evangelios enseñan que el apego a la riqueza es un obstáculo para aceptar la llamada de Cristo a seguirlo totalmente y sin reserva."

El documento en efecto, si recomienda, que no solo los acomodados sean evangelizados, sino todos los líderes de la sociedad. El Papa menciona que "Los daños derivados de la difusión del secularismo en dichos ambientes, tanto políticos, como económicos, sindicales, militares, sociales o culturales, muestran la urgencia de una evanglización de los mismos…." (No. 67)

Esperamos, que el esfuerzo de evangelizar a estas gentes resulte en reducir los problemas de los salarios de esclavitud en las maquiladoras con zonas libres de impuestos de tal manera que no exista ayuda para las comunidades locales. Con esperanza, resultará que existan menos teólogos que defiendan el sistema de los salarios de esclavitud como el único camino disponible. Con esperanza, desanimará a los países ricos el tratar de construir la economía total del mundo en su favor y contra los pobres. Esperemos, como lo ha pedido el Santo Padre para el Jubileo del año 2000, que las deudas mutilantes de los países del Sur sean perdonadas por el Banco Mundial.

Los Obispos empiezan inmediatamente en el compendio de la Doctrina Social

Varios Obispos Latino Americanos en el Sínodo pidieron una nueva encíclica en ética y economía. P. N. insiste en su libro, que esa encíclica, "mas una en asuntos relacionados a la sociedad justa y libre," ya ha sido escrita, se llama Centesimus Annus, y fue publicada en 1991, y que "probablemente" el Papa estaba pensando exactamente en eso cuando escuchaba los discursos (Nombramiento en Roma p. 74 - Appointment in Rome).

Claramente, el Papa Juan Pablo II no coincidió con la representación hecha de él y lo que estaba pensando en el Sínodo por P. N. En vez el ha llamado para un nuevo compendio o catecismo de enseñanza social católica, tal vez para corregir las malas interpretaciones de tales personas como P. N. y otros neoconservadores/neoliberales.

Cuando los Obispos de América se reunieron, como seguimiento al Sínodo, en Cuba en Febrero de este año, tomaron la decisión de proceder a la preparación de un compendio de Doctrina Social Católica, aunque P. N. lo desapruebe.

¿Una América?

Mientras que uno de los principales temas del Sínodo fue el de una América - no muchas Américas - El libro de P. N. no ha integrado esta idea. Referencias a "América" a través de este libro alternan en significado, algunas veces refiriéndose a la unidad de los continentes, pero usualmente con acepción a los EUA. El resultado es confuso, excepto que uno recibe la impresión distinta de que el término América, cuando se aplica a los EUA, significa que Norte América es mejor.

Neuhaus está en desacuerdo con el Papa sobre los inmigrantes

P. N. levanta las cejas sobre dos Obispos que hablaron en el Sínodo sobre inmigración, citando a los Gálatas 3:28: "Ya no hay ni judío ni griego … ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús," añadiendo que no hay ni Sur ni Norte. Su comentario es, "en la vida de la Iglesia eso es ciertamente verdadero, pero esta es una aplicación extraña de una verdad eclesiástica en la cuestión de fronteras nacionales" (p. 79).

La Iglesia en América, siguiendo la consistente enseñanza de Juan Pablo II, pide que los inmigrantes sean siempre bienvenidos, y que la Iglesia en América sea un "abogado vigilante, defen-diendo en contra de cualquier restricción injusta a los derechos individuales de las personas individuales de moverse libremente dentro de su propia nación y de una nación a otra. Se debe llamar la atención a los derechos de los inmigrantes y sus familias con respecto a la dignidad humana, aun en casos de inmigrantes ilegales" (No. 65). En otras palabras, es la responsabilidad de los católicos ayudar a lo inmigrantes, aquellos desraizados por el sistema económico global, como también a los refugiados que huyen de la persecución, y darles hospitalidad.

No para Juan Pablo II el dualismo que privatiza nuestra fe, el que nos obliga a ignorar a nuestros hermanos y hermanas en necesidad, solo por que vienen de otras fronteras.

Claramente, algunas veces la ley de Dios es superior a la del estado. Los católicos pueden ser llamados a escuchar más cuidadosamente a la Santa Madre Iglesia que obedecer ciegamente a la "Santa Madre Estado." (Dorothy Day)

Ecumenismo - ¿Que estilo?

El Sínodo recomienda que el ecumenismo con cristianos de diferentes confesiones empiece: "en el nombre de los Evangelios en respuesta al clamor de los pobres, por la promoción de la justicia," y también de la oración común por la unidad, compartir la Palabra de Dios y la experiencia de la fe en Jesucristo vivo. Esto seria un paralelo a la experiencia de muchos en los EUA cuando los cercanos lazos de la amistad ecuménica se formaron durante el movimiento de los derechos civiles en los 1960's.

P. N. recomienda ecumenismo con fundamentalistas en América Latina con el objeto de evangelizar junto con ellos y esparcir el capitalismo. El dice que algunos Obispos olvidaron que esta era la meta principal del Sínodo.

El Sínodo específicamente rechaza los métodos de muchos fundamentalistas en la evangelización, puesto que algunos de ellos no respetan la dignidad de la persona humana.

Todo el Sínodo Burlado

Mientras que los Obispos Latino Americanos fueron singularizados por la crítica, ellos no fueron los únicos. Su constante criticismo a los Cardenales y Obispos y a la organización del Sínodo llevaría a algunos a pensar que P. N. realmente tenía poco interés en un Sínodo que no fuese efectuado a su modo.

Habría sido mejor que P. N. compartiese con sus lectores la sociabilidad de los entremeses que tuvieron lugar en las noches de Roma durante el Sínodo, y que él solo apenas escatima, en vez de enfocar su propia versión de lo que debería haber sido el Sínodo

La Civilización de Amor

Sentimos mucho ser tan duros en la crítica de un hermano en la fe, pero se rompieron nuestros corazones por la falta de compresión de lo que está pasando a los pobres de la tierra con estas políticas económicas. Todos los días conocemos gente que ha sufrido tanto con lo que P. N. llama libertad. Muchos de los más pobres de los pobres de América Latina no tienen oportunidad de venir a los EUA. Ellos no pueden arriesgarse en el sendero tan difícil, caminando a través de varios países.

Solamente deseamos que P. N. hubiese podido conocer las María Elenas de América Latina.

Rezamos para que los neoconservadors/neoliberales, sin importar sus lealtades políticas, puedan llegar a comprender, como lo ha pedido el Santo Padre, que esta es una América, que debemos tomar la responsabilidad de lo que las políticas de nuestro país le hace a otros.

Ojalá que el Padre Neuhaus y todos los que lean La Iglesia en América tengan un cambio de corazón. Ojalá que ellos sean conmovidos más allá de las palabras de libertad y respeto por la dignidad de la persona humana en teoría para construir una nueva realidad digna del cuerpo de Cristo.

La Iglesia en América, el verdadero documento sobre el Sínodo, es una declaración asombrosa en su profundidad espiritual y su visión para la implantación en el mundo real.

Imagínese un mundo donde los líderes fuesen ¡guiados por este documento del Sínodo! Tal vez no sería la plenitud del reino de Dios en este mundo, pero sería más cercano a la Civilización de Amor pedida por el Papa Pablo VI y el Papa Juan Pablo II y a la construcción del cual dio su vida Dorothy Day.

Trabajador Catolico de Houston, Vol. XIX, No. 3, mayo-junio 1999.